Conocer a Marileth Salazar es un total agrado. Muy contenta nos cuenta de la felicidad con la que espera a su segundo hijo. Un embarazo que la tiene irradiando una luz especial.

La noticia llegó casi de manera paralela con el egreso de Fundación Betania Acoge, lugar al que llegó hace 4 años atrás en busca de apoyo. “No teníamos para comer. Mi primer hijo tenía solo 4 años. Eran momentos muy complicados”, recuerda.

Pese a lo complejo de su situación, el ánimo y la actitud de Marileth no decayó en ningún momento. Y es que es dueña de una fortaleza que le ha permitido abrazar la vida con fuerza y valentía.

“Gracias al apoyo que me dieron en la Fundación, pude además hacer algunos cursos y capacitaciones que me llevaron a emprender y a conseguir un trabajo como garzona, con lo cual mi situación económica hoy es diferente”.

“Ahora que estoy bien era el momento de dar la oportunidad a alguna otra chica que necesitara del apoyo de la Fundación. Sé que las puertas siempre estarán abiertas para mi si lo vuelvo a necesitar. Soy una tremenda agradecida de todo lo que me dieron y de las lindas amigas que también hice durante todo este tiempo”.

“Decidí dar un nuevo paso, de lo cual estoy muy orgullosa”, reflexiona, finalmente, Marileth, dejando abierta una generosa invitación para que la vayamos a visitar en el restaurant  donde trabaja en Valparaíso.